Desde hace más de dos décadas, la Unión Europea ha situado la descarbonización como uno de los elementos centrales de su acción política. Como parte del Pacto Verde Europeo (European Green Deal), en 2021 la UE propuso el paquete de medidas Fit for 55, al que se unió en 2022 la aprobación del plan REPowerEU, con el objetivo de reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles.
La combinación de ambos planes conlleva importantes implicaciones, como la necesidad de acelerar de forma extraordinaria el ritmo de transformación de la economía europea. Según el informe “Acelerar la transición y la independencia energética en la Unión Europea”, de Monitor Deloitte, será necesario multiplicar por cinco el ritmo de reducción de demanda de energía final y por tres el ritmo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero logrado hasta la fecha. Esto supone, en términos de emisiones, reducir 800 MtCO2eq adicionales a los ya planteados en los diferentes Planes Integrados de Energía y Clima (PNIECs) de cada país de la UE, lo que equivale a 2-3 veces las emisiones actuales de un país como España en un año.
Para Laureano Álvarez, socio de Consultoría Estratégica Monitor Deloitte especializado en Energía, “como consecuencia de esta disrupción, los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIECs) se han quedado desactualizados en menos de 2-3 años desde su aprobación. Los Estados miembros deben actualizar los planes en los próximos meses y se enfrentan al reto de definir unos planes que, en poco menos de ocho años, consigan alcanzar esta transformación energética tan relevante”.
Según el estudio, cumplir con el paquete de medidas Fit for 55 y el plan REPowerEU requiere acelerar la transformación de la economía española para conseguir una mayor eficacia energética: en materia de eficiencia, habría que reducir un 10% el consumo de energía adicional; la electrificación dentro del mix energético tendría que aumentar 5 p.p. adicionales; la energía procedente de biocombustibles tendría que incrementarse 4 p.p.; además, es necesario instalar más de 385 GW de renovables y aumentar en 9 p.p. la energía producida dentro de la Unión Europea.
Además, el informe de Monitor Deloitte concluye que el éxito de este proceso de transición energética y de la consecución de una mayor independencia energética se sustenta en afrontar ocho retos transformacionales: modificar el comportamiento de los ciudadanos; desarrollar ecosistemas con diferentes agentes para desarrollar proyectos complejos; aprovechar la energía cercana y circular; atraer y transformar el talento; acelerar el despliegue tecnológico; hacer frente a las tensiones en la cadena suministro; atraer inversión privada; y desarrollar una nueva regulación.
Enlace: Acelerar la transición y la independencia energética en la UE (deloitte.com)