La industria del centro de datos está viviendo su Edad de Oro en España. Los números así lo confirman. No solo porque ya hay unas 70 instalaciones, más las que están en construcción, distribuidas por toda su geografía –la mayoría de ellos en Madrid–, sino porque se espera una inversión directa de 8.000 millones de euros hasta 2026, y se estima que cada euro invertido se multiplica por siete en cuanto a repercusión en el Producto Interior Bruto (PIB), según datos de la patronal Spain DC. Pero hay un reto que pone en interrogante la consecución de estos hitos y asentar al país, definitivamente, como hub de interconexión del sur de Europa, el del talento. Para el mismo año se necesitarán 2.000 nuevos profesionales de 25 perfiles para trabajar en más de 140 posiciones de alta demanda, tal y como recoge la asociación.
Teniendo en cuenta la brecha que hay entre oferta y demanda en todo el mundo, y que las habilidades técnicas todavía escasean, este desafío “plantea incluso la amenaza a la viabilidad del sector en el futuro”, dice José Luis Friebel, miembro de la comisión de talento del organismo. “Pero ya no hablamos solo del mañana, sino del escenario actual, que lógicamente se va a multiplicar en los próximos tiempos con el auge de la inteligencia artificial (IA) y de data centers para su procesamiento”.
El experto identifica varios problemas en este contexto. El primero, que “todavía somos una industria muy nueva y desconocida. Hay una falta de comprensión de los procesos, que pueden llevar a fallos totales o parciales de los sistemas. Por eso ponemos el foco en el reclutamiento, pero también de retención”.
¿Cómo alguien nos va a elegir para su futuro profesional si no nos conoce?, se pregunta. La respuesta se antoja sencilla, no así el cumplimiento de la misma: “Hay que invertir más en educación y formación, en carreras específicas y en la creación de entornos de trabajo atractivos y gratificantes. Por supuesto, hay un 100% de empleabilidad”. Friebel insiste en el desconocimiento del sector y, por otra parte, en la “mala prensa” que a veces se ha granjeado, totalmente injustificada, asevera, en temas de sostenibilidad. “Tenemos la necesidad de difundir. Muchos centros de datos están abriendo sus puertas a todo el mundo para mostrar que, gracias a estos edificios y a sus operadores, la gente puede mandar un WhatsApp, un correo electrónico o, simplemente, ver un vídeo en Internet”.
Perfiles destacados
El estudio pone de manifiesto que, de las 2.000 incorporaciones necesarias, hay un grupo de externos que incluye las especialidades de arquitectura, ingeniería, construcción, consultoría y servicios de mantenimiento. De los internos, profesiones como operadores o jefes de proyecto. “Hay hasta ingenieros aeroespaciales trabajando en el sector, que no tiene límites en el horizonte. También se necesitan administrativos, personal de recursos humanos, de marketing…”
Y, es que, según sus palabras, estos puestos indirectos, los que tienen que ver con la construcción del centro de datos y su mantenimiento, que dura de 18 a 24 meses, serán ocupados en los próximos cuatro años de forma directa a casi 700 personas y de manera indirecta a 24.000. Y, de los directos, se crean más de 3.000 directos y 10.000 indirectos. Además, por cada trabajo que se crea en una de estas instalaciones se generan otros seis más en industrias adyacentes españolas como desarrollo de software, de IA y puestos que necesitan cercanía en la capacidad de procesamiento.
La IA lo cambia todo
En cualquier caso, estos números todavía no contemplan la explosión que está teniendo la IA y su ‘sabor’ generativo. “Lo está transformando todo”, asegura Friebel. “Impacta en los centros de datos evolucionando su diseño y planificación, pero también en la economía en general”. Esta tecnología va a permitir avances como la simulación de diseños, nuevas estrategias de refrigeración, reducción del tiempo y costes asociados a la construcción, etc. “Si volvemos al empleo, los data centers son el corazón del procesamiento de la IA, por lo que se van a necesitar desde expertos en TI a ingenieros de sostenibilidad pasando por solicitudes en ingenierías eléctricas y mecánicas. También habrá perfiles que a día de hoy no tienen denominación”. De este modo, indica: “Yo creo que vamos a multiplicar por dos o tres los números que estamos dando”. Y, concluye: “Hay que poner en valor que todos estos son empleos cualificados con salarios medios por encima de los 50.000 euros anuales”.