Las constantes ciberamenazas harán crecer a doble dígito el gasto europeo en seguridad.
Según IDC, crecerá un 12,3% en 2024. Se espera que el gasto en la región aumente a un ritmo constante durante todo el periodo de previsión 2022-2027.
Según la Guía Mundial de Gasto en Seguridad, publicada por IDC, el gasto europeo en seguridad crecerá un 12,3% en 2024, lo que supone otro año de fuerte impulso con un crecimiento de dos dígitos. Es más, la consultora espera que el gasto en la región aumente a un ritmo constante durante todo el periodo de previsión 2022-2027, alcanzando los 84.000 millones de dólares en 2027.
En consecuencia, la seguridad se revela así como un área de inversión en TI clave para las organizaciones europeas, que tendrán que seguir haciendo frente a la amenaza constante de los ciberataques, para asegurar los entornos de nube híbrida y garantizar el cumplimiento de las normativas tanto nacionales como internacionales (por ejemplo, NIS2 y DORA).
El crecimiento del gasto en seguridad caracterizará a toda la región europea en 2024, siendo los países de Europa Central y Oriental (ECE) los que registren las mayores tasas de crecimiento (por ejemplo, un 15,4% en la República Checa y un 13,4% en Hungría) impulsados por el constante aumento del mercado de software. De hecho, se espera que el software y los servicios de seguridad sean las áreas clave de crecimiento en todos los países europeos, incluidos los que más gastan -Reino Unido, Alemania y Francia-, que juntos representan más del 50% del mercado europeo.
Por sectores, la banca, la administración central y local, las telecomunicaciones y el comercio minorista serán los sectores que más gasten en seguridad este año. Estos cinco sectores juntos representarán casi el 38% del total del mercado europeo de la seguridad. Las industrias de más rápido crecimiento en 2024 serán la banca (14,2% de crecimiento interanual), los medios de comunicación y entretenimiento (14,0%), y el sector aeroespacial y de defensa (13,8%).
Mark Child, director asociado de investigación de IDC European Security, reconoce que «las organizaciones europeas se enfrentan a niveles de ciberamenazas sin precedentes, impulsadas por una enorme y voraz economía del cibercrimen, la proliferación de todas las herramientas y servicios de ataque imaginables en la dark web, y un turbulento panorama geopolítico”. En consecuencia, considera que las estrategias de inversión en ciberseguridad deben basarse en “una mejor cuantificación del riesgo cibernético, un equilibrio entre medidas preventivas y proactivas, la consideración de todos los grupos de usuarios y procesos empresariales, y la disponibilidad de los conocimientos y recursos necesarios, tanto internos como de terceros».
Por su parte, Stefano Perini, director de investigación de IDC European Data and Analytics, explica que “las pequeñas y medianas empresas, tradicionalmente menos preparadas que las grandes en materia de ciberseguridad, también estarán especialmente expuestas a la creciente oleada de ciberataques. En respuesta a esto, se centrarán cada vez más en los servicios gestionados, así como en la formación de sus empleados para hacer frente a los nuevos riesgos de seguridad».