Se pide intervenir y cooperar con las empresas de tecnología y telecomunicaciones para evitar desigualdades entre los estudiantes.
El estudio ‘Aprendiendo durante la pandemia: de la disrupción a la innovación’, llevado a cabo de la mano de OCDE y dirigido por Fernando Reimers, profesor de la Universidad de Harvard, se presentará en la 22ª edición de Virtual Educa -los días 21, 22 y 23 de julio con una asistencia prevista de 300.000 docentes de todo el mundo-, que este año será en la versión digital ‘virtualeduca.connect’. Esta investigación concluye que solo la mitad de los estudiantes han tenido acceso a la mayoría del contenido escolar después de la cancelación de las clases presenciales. “Estas cifras reflejan la urgencia de una mejor preparación de las escuelas y los gobiernos ante circunstancias similares que puedan ocurrir en un futuro, así como la necesidad de una mayor inversión en innovación para tener menos desigualdades entre los estudiantes”, afirma Fernando Reimers.
Es necesaria una mayor inversión en innovación para tener menos desigualdades entre los estudiantes
El estudio también ha contado con la participación del Banco Mundial y la Organización Centena, y ha sometido a examen las condiciones educativas de 59 países en todo el mundo durante la pandemia de la Covid-19. Los resultados de la investigación fueron recolectados entre el 25 de abril y el 7 de mayo de este año, en medio de la crisis del coronavirus. La muestra del estudio engloba a países de la OCDE y a los socios institucionales de la Iniciativa de Innovación Global de la Universidad de Harvard.
“Esta será la primera cumbre mundial pospandémica que aborde la necesidad de repensar la organización de los próximos años escolares. Servirá como escaparate de las innovaciones más recientes en cuanto a la digitalización de la educación que pueden ayudar a los sistemas educativos públicos y privados a reorganizar su contenido y las formas de entregarlo”, afirma Adelino Sousa, director ejecutivo de Virtual Educa.
En este estudio, dirigido por la Universidad de Harvard, se destaca que la innovación en las escuelas depende de los gobiernos y de las colaboraciones que logre establecer con entidades del sector público y privado. “Las sinergias con las empresas de tecnología y los medios de comunicación permiten la creación de recursos educativos online abiertos, que pueden mitigar el impacto en los estudiantes, especialmente los más necesitados, ante un nuevo cierre de escuelas”, afirma Fernando Reimers. “Solo la colaboración global puede promover el desarrollo de la educación en nuevas plataformas accesibles para todos los estudiantes”.
Modelo híbrido
Según la investigación, el 57% de altos cargos del gobierno y educación indican que se debe implementar un modelo híbrido de aula y aprendizaje a distancia. “Es necesario reformular el modelo de enseñanza para cumplir con las normas de distanciamiento social, lo que implica nuevas formas de aprendizaje más interactivas”, comenta Reimers.
La falta de autonomía de los estudiantes se destaca como uno de los principales defectos del sistema presencial. “La enseñanza fuera de la escuela permite una mayor capacidad de aprendizaje independiente, de gestión el tiempo y de adquisición de competencias como la comunicación, la investigación independiente y las habilidades cognitivas, que de otra forma no serían tan estimuladas”.
La enseñanza fuera de la escuela permite una mayor capacidad de comunicación, investigación independiente y de habilidades cognitivas
Colombia: un ejemplo de autoevaluación
En el Colegio Fontán, en Bogotá, los maestros no enseñan y no hay clases. Los espacios de aprendizaje tienen capacidad para recibir hasta 30 estudiantes, pero no son las edades o el curso escolar las que definen quién comparte la misma sala de estudio, sino su nivel de autonomía. “Cada niño tiene un plan especial y son ellos quienes planean sus metas diarias, semanales y mensuales”, comenta Julián Fontán, director de la red de escuelas Fontán.
El papel de los docentes también es diferente al del sistema educativo tradicional. “En estas escuelas, los maestros no enseñan ni evalúan, solo hacen seguimiento. Son los estudiantes los que se evalúan a sí mismos”. Para esto se utiliza un software que propone ejercicios de acuerdo con el nivel de comprensión de cada alumno. “Con la evaluación del sistema de enseñanza tradicional, los estudiantes olvidan la información en poco tiempo. Con este método, como ellos son los que definen su ritmo, si están más motivados para comprender los contenidos”.
Este método, utilizado por 20 escuelas públicas colombianas, también ha llegado a Estados Unidos, México, Costa Rica, Chile y España. En total hay más de 30.000 estudiantes que utilizan este método. La tasa de estudiantes que aprenden de acuerdo con este método pedagógico y que logran ir a la Universidad también es mucho más alta que la media.
“La pandemia ha traído un aumento en la demanda educativa, sobre todo porque los padres no han estado satisfechos con el nivel de aprendizaje al que fueron sometidos los estudiantes durante el periodo de confinamiento”, argumenta Adelino Sousa, para quien “será necesario invertir mucho en innovación a través de metodologías disruptivas para que los niños aprendan a un nivel más cercano a su potencial y necesidades”.
Fuente: https://www.computing.es/