El mercado laboral demanda una gran cantidad de talento para sus ofertas de trabajo relacionadas con tecnología. A su vez, cada vez más jóvenes se frustran por no encontrar empleo. ¿Qué está ocurriendo?
El presente, ya no digamos el futuro, está escrito en formato digital y por lo tanto hay que tomar el camino adecuado y volcarnos en el fomentar el talento digital para poder sacar el máximo rendimiento de todos y cada uno de los individuos. Actualmente vivimos en una sociedad donde se juntan una demanda de empleo con la demanda de talento. El mercado laboral está cambiando y como sociedad hay que cambiar los conceptos y la formación para satisfacer las necesidades de unos y otros.
Desde el ICEMD, el Instituto de la Economía Digital de la escuela de marketing y negocios ESIC, advierten de dos características concretas de la actual falta de talento. Por un lado, la demanda mundial de especialistas en ‘blockchain’, una de las tecnologías que más impulso ha recibido en los últimos meses, ha aumentado en más de un 500% a lo largo de 2018. Pero la brecha de talento lo es, además, de formación: según el centro, uno de cada cinco ingenieros de software tiene que aprender por su cuenta.
En busca del talento digital
El talento digital se tiene que empezar a construir desde el principio del sistema formativo, empezando por la educación primaria y continuando con la educación superior. Poco a poco vamos viendo como colegios y escuelas se transforman y digitalizan adaptándose a nuevos tiempos, aunque aún hay también mucho camino por recorrer, los proyectos en éste ámbito se van implementando. Sin embargo, avanzando en el sistema educativo, al llegar a las universidades el problema se agrava, tanto por la digitalización del sistema en algunos casos, como por la escasez de titulados en el ámbito de las carreras STEM.
Tal y como explica el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid y director de la ETSIC, Félix Pérez Martínez, las Universidades también juegan un papel esencial en la generación y difusión del talento digital. “Hay un sector, el de las carreras STEM cuyos titulados, ingenieros informáticos, de telecomunicación etc, son ampliamente demandados por el sector y carecen de los problemas de empleabilidad que desgraciadamente están tan extendidos entre la juventud española”.
La universidad, como indica el profesor, tiene una triple función, la docente, la de investigación y ahora también la transferencia tecnológica. “La Universidad no sólo forma en habilidades digitales (docencia), sino que también genera estos conocimientos (investigación) y los difunden al sector (transferencia). El papel que sus titulados han jugado en la digitalización de las infraestructuras del país (comparables en calidad a las de los países más avanzados) es innegable y estoy convencido que lo seguirá siendo en el futuro”.
La escasez de talento es una realidad, tanto en lo que a formación profesional se refiere como al número de titulados universitarios. El principal problema radica en la falta vocacional entre los estudiantes de secundaria. “Lo que motiva a un estudiante a interesarte por las TIC es haber estado en contacto con más profundidad que un contacto superficial como un mero usuario. En las primeras etapas de la educación de nuestros jóvenes se asocian las TIC a la ofimática y al uso del móvil. Es un enorme error no presentar a las TIC en las primeras etapas educativas como tecnologías interesantes y de gran futuro”, apunta Pérez Martínez.
Por si no fuera suficiente la escasez es aún más latente cuando hablamos en el plano femenino. Sólo el 3% de las mujeres tituladas en estudios superiores lo son en estudios considerados tecnológicos. Hay una falta importante de referentes para que las niñas quieran estudiar carreras STEM. “Hay que emprender acciones para cambiar esto y las niñas necesitan ejemplos inspiradores que les transmitan las posibilidades de su futuro”, explica María Luisa Melo, directora general de relaciones institucionales, comunicación y RSC de Huawei España.
Ocurre además que a menudo, el talento que hay en España se va a otros países, ya sea por unas mejores condiciones laborales o por el contenido del trabajo en sí, pues en España, no hay tanta inversión en I+D y el atractivo es menor.
¿Qué se está haciendo desde las Universidades?
Actualmente, tal y como cuenta Félix Pérez, la Universidad española se rige por unas normativas administrativas rígidas que dificultan la adaptación rápida a los avances en tecnologías tan dinámicas como estas. No obstante cabe destacar algunos centros como es por ejemplo la Universidad Politécnica de Madrid, que trabaja en numerosos proyectos europeos competitivos en estas áreas. A modo de ejemplo en la Universidad Politécnica de Madrid se impartirán el próximo curso dos nuevos Grados uno en Ingeniería y Sistemas de Datos y otro en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial que recogen, en sus respectivos planes de estudio, los contenidos más novedosos en el ámbito TIC.
Algunas de las formas que tienen las Universidades de fomentar y promover el talento, son actividades docentes e investigadoras, así como la colaboración con empresas del sector tecnológico con las que tienen acuerdos de los que se benefician los estudiantes. En la Universidad Politécnica de Madrid, donde trabaja Félix Pérez, hay 16 cátedras Universidad Escuela y numerosos proyectos de investigación y desarrollo conjuntos. “Es cierto que no es lo habitual en la Universidad española, pero demuestra que si se quiere se puede hacer”, apunta.
Fuente: https://www.computerworld.es