La educación es uno de los sectores que más brechas de seguridad tiene. Y es que, la presencia de los dispositivos USB en escuelas y universidades está tan extendida como las tablets, portátiles y los libros. No sólo lo utilizan los estudiantes y profesores, sino que también lo hacen el personal de administración, financiero, centro de salud, seguridad o cualquier otro departamento que guarde relación con la institución. En este sentido Kingston advierte del riesgo que supone almacenar información en dispositivos sin cifrar, lo cual compromete la seguridad de la información de los estudiantes.