La importancia de la gestión del riesgo en un mundo operativo digital.

Nos movemos en un contexto de alto riesgo en lo a que ciberataques se refiere. Además de la ocasión que la pandemia de coronavirus ha suscitado para valerse de la alarma de los usuarios y del fenómeno del teletrabajo masivo, seguimos sumando millones de dispositivos conectados e ingentes cantidades de datos en el ciberespacio. Por ello, en el evento Gestión de activos: cómo gestionar los riesgos, organizado por KPMG, se puso de relieve que buena parte del éxito de las empresas pasa por adaptarse a un nuevo mundo que evoluciona a toda velocidad de la mano de tecnologías como la robótica, la inteligencia artificial, la nube o el Internet de las Cosas (IoT, de sus siglas inglesas).

Para Marc Martínez, socio responsable de ciberseguridad de la consultora en España, es esencial caer en la cuenta de que los ciberdelincuentes no se centran exclusivamente en industrias clave como la banca o el consumo online, sino que sus técnicas se pueden aplicar a cualquier sector sin tener que invertir más y con retornos altamente elevados. “Todas las empresas están en el ojo del huracán. Están cambiando sus procesos y su forma de operar para ser más eficientes, pero tienen que poner el acento en la protección”, señaló.

Por ejemplo, es muy preocupante el incremento exponencial del phishing, el malware  y el ransomware. Por ello, según Martínez, hay que tener un exhausto control de los canales digitales y saber que los negocios no solo dependen de los empleados, sino también de los socios y proveedores con los que se comparten sistemas y datos.

Por su parte, David Matesanz, Ciso global de Santander Asset Management, expuso que todavía existen varias tipologías de empresa; desde las que no invierten nada en ciberseguridad hasta las que la llevan en su ADN y saben que supone una ventaja competitiva que aporta confianza. El experto cree que todas deberían poner sus esfuerzos en detectar y responder ante las ciberamenazas, tener resiliencia y contar con planes de continuidad en caso de desastre.

Fuente: https://cso.computerworld.es/