El binomio formado por los conceptos inteligencia artificial (IA) y eficiencia energética parece tener un futuro prometedor, especialmente en lo que se refiere a impulsar la sostenibilidad energética, la descarbonización y la digitalización del sector eléctrico. Y es que, ambos permiten gestionar grandes volúmenes de datos de consumo energético, aprender de los patrones de comportamiento de los consumidores, y con ello, tomar las decisiones adecuadas para mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.
En los últimos años el sector energético está experimentando grandes cambios, desde la integración de las energías renovables hasta la aparición del vehículo eléctrico o el despliegue de las redes inteligentes (smart grids), entre otros muchas.
Gestionar todo ello de forma eficiente, además del inmenso volumen de información registrado por los contadores inteligentes, es por tanto uno de los grandes retos a los que se enfrenta este sector, en el que todo parece indicar que la inteligencia artificial y la digitalización serán los mejores aliados para impulsar de forma definitiva la eficiencia energética.
En lo que se ha llamado ya la era pos-covid-19, Europa parece tenerlo claro y apuesta más que nunca por su Pacto Verde para trabajar en materia de neutralidad de las emisiones y lucha contra el cambio climático, pero también y sobre todo como oportunidad de desarrollo económico y bienestar social.
Y en este sentido, “la transformación digital, en línea con esta nueva estrategia industrial europea será también una herramienta fundamental para la sostenibilidad y la competitividad”, señalan desde el Club Español de la Energía en un reciente documento titulado Digitalización en el sector energético español: una introducción.
“Tecnologías como sensores, realidad virtual, robots, drones, contadores inteligentes, etc. están siendo muy útiles para seguir ofreciendo un servicio de calidad y garantizando la seguridad. Tras la crisis de la covid-19, a futuro se espera que la digitalización se acelere mucho más de lo que estaba previsto en todos los sectores de la economía, incluyendo el energético”, señala este informe, que aboga para ello por “contar con un marco político y regulatorio adecuado que permita a las empresas seguir invirtiendo”.
Una petición, apuntan, que ya tenía el sector antes de esta crisis, “pero que ahora se hace aún más necesaria”.
“Uno de los aspectos claves en la sostenibilidad energética es reducir las emisiones de gases contaminantes y la dependencia de combustibles fósiles. Para ello, es necesario aumentar la participación de las energías renovables tanto en el mix energético como en la cobertura de la demanda”, explica a Compromiso Empresarial Mónica Alonso Martínez, Investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid y profesora del Departamento de Ingeniería Eléctrica.
Alonso Martínez señala que “la revolución que está experimentando el sector eléctrico gracias a la digitalización de sus instalaciones y dispositivos permite disponer en tiempo real de información sobre la generación y la demanda, con lo que se mejora la capacidad de monitorización, operación y control de la red”.
“La inteligencia artificial se erige en este escenario como una gran aliada a la hora de determinar los programas de operación de la red, la previsión de la demanda energética, así como de la generación de las unidades renovables”, añade esta experta.
En el caso del big data, otra de las claves a analizar, la incorporación de lo que se conoce como smart meters (medidor o contador inteligente) en las redes de baja tensión permite tener un mayor conocimiento de la demanda de los consumidores, algo que, según esta investigadora, “redundará en una mejor previsión de la demanda de energía eléctrica y por tanto en una mejor estimación de los programas de generación de las diferentes unidades del sistema”.
Sin embargo, añade, “el volumen de información recopilada por estos contadores es ingente, no solo por el amplio despliegue geográfico de estos dispositivos, sino también por la cantidad de información almacenada en pequeños intervalos de tiempo”.
Por eso, “gestionar adecuadamente esta información para operar de forma eficiente la red eléctrica requiere de herramientas de tratamiento de datos masivos, como el big data”.
Fuente: https://www.compromisoempresarial.com/