Para que el trabajo en remoto funcione, las empresas deben ofrecer a sus trabajadores conexiones seguras, además de proteger los dispositivos de teletrabajo, el uso seguro de la nube y las herramientas colaborativas.
Llevamos ya varios meses instalados en una ‘nueva normalidad’ donde parece que el teletrabajo, instaurado por la fuerza al inicio, ha demostrado que funciona, y las compañías están empezando a flexibilizar algo a lo que antes, en muchs ocasiones se negaban en rotundo.
El siguiente paso en muchas empresas, es adaptarse y que los empleados tengan un acceso remoto seguro para poder desempeñar el trabajo de forma remota con total garantía. Este acceso, ya sea a través de dispositivos corporativos o de medios personales (BYOD), necesita estar protegido para garantizar la seguridad de la compañía. Por ello, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha lanzado la guía ‘Ciberseguridad en el teletrabajo: una guía de aproximación para el empresario’, con el objetivo de ayudar a las empresas y a sus empleados a acceder de manera segura a la organización cuando están teletrabajando.
Para que el trabajo en remoto funcione, las empresas deben ofrecer a sus trabajadores conexiones seguras, además de proteger los dispositivos de teletrabajo, el uso seguro de la nube y las herramientas colaborativas. También se debe promover la concienciación a los trabajadores, haciéndoles partícipes en la seguridad a través de una correcta formación.
Las empresas deben ofrecer a sus trabajadores conexiones seguras, además de proteger los dispositivos de teletrabajo, el uso seguro de la nube y las herramientas colaborativas
Los teletrabajadores pueden utilizar varios terminales también conocidos como endpoints, como ordenadores de sobremesa, portátiles, teléfonos inteligentes o tabletas, para leer y enviar correo electrónico, acceder a sitios web, crear y editar documentos, así como otras muchas tareas propias de su labor diaria. Estos dispositivos pueden ser controlados por la organización, por terceros (contratistas/ prestadores de servicios, interlocutores comerciales o proveedores de la organización) o por los propios usuarios cuando utilizan sus dispositivos para trabajar, lo que se conoce como BYOD1. La seguridad del teletrabajo también se ve afectada por el uso de estos dispositivos y de otros medios de almacenamiento extraíbles (memorias usb, discos duros, etc.), así como por el uso de aplicaciones en la nube y mecanismos de acceso remoto a la red y servidores de la empresa
En el documento proporcionado por INCIBE, se abordan además puntos como los aspectos que las organizaciones deben tener en cuenta a la hora de establecer la política de teletrabajo, los objetivos de seguridad en el acceso remoto, los métodos y opciones de acceso, la seguridad en el servidor y software cliente empleado, las principales amenazas a las que se enfrentan los terminales de teletrabajo, cómo asegurar equipos y dispositivos, las implicaciones de la protección de datos y la importancia de crear copias de seguridad para mantener a salvo toda la información.
Fuente: https://cso.computerworld.es/