La inteligencia artificial ha abierto las puertas de nuevos escenarios para que los negocios se desarrollen aunque, al menos en la región centroamericana, su empleo sea incipiente.
Para Deloitte, los ejecutivos de puestos superiores tienen claro que el uso de la IA en los negocios es una realidad indiscutible que se consolidará en la próxima década.
Las razones: la IA puede emular las características de la inteligencia humana. Y aunque dará pie a nuevos perfiles profesionales, “deben vivir con los ya existentes”, según Deloitte.
Esta misma fuente de información reveló que el impacto de la IA se verá en: la mejor a de características, funciones y/o rendimiento de los productos (51%); liberará las horas de trabajo para estimular la productividad de los colaboradores (36%) y permitirá optimizar las operaciones internas (36%), por mencionar algunos aspectos sobresalientes de State of Cognitive Survey.
Suena genial pero…
A pesar de que tanto las organizaciones públicas como privadas tienen claro que las personas estén al centro de la transformación digital para conectar con los distintos servicios o productos, las posibilidades de la IA deben pasar por un tamiz realmente fino: la adopción.
Aunque todas las posibilidades de esta tecnología se presenten como algo extraordinario, deben superar retos como la visión de monetización o la fragmentación de tecnologías, es decir aquellas que solo cubren partes específicas de la IA.
Deloitte señala incluye además el gobierno de la inteligencia artificial, dicho de otra manera: de las políticas de gobierno de los modelos dentro de las empresas; así como la gestión del talento y ecosistema, que contempla la definición del equipo y la asignación de recursos que serán integradas al proyecto.
Si bien cada aspecto mencionado tiene más o menos cierto grado de complejidad superable en el tiempo, las organizaciones que opten por incorporar IA a sus estructuras deben anticipar con antelación la cultura de adopción entre los colaboradores.
Fuente: https://revistaitnow.com