Universia
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A mediados de los ochenta aparece en el mercado laboral chileno un actor que con el tiempo adquiere mayor importancia, el outsourcing, o en castellano externalización, proceso económico que consiste en la subcontratación de empresas especializadas para el desarrollo de un servicio. Las cifras reflejan el impacto de este modelo en nuestro país, donde en los últimos 10 años ha duplicado su participación, pasando, según datos de la Dirección del Trabajo, de un 20 por ciento en 1998 a 41 puntos porcentuales el 2007. Los inicios de este segmento apuntan al sector de la construcción, el que ha dado paso al campo de la tecnología y otras áreas que han variado el perfil de los trabajadores, en especial por el ingreso de profesionales y técnicos. Sólo en los últimos 12 meses el capital humano más calificado en esta modalidad aumentó un 18,3 por ciento. Junto a este cambio se ha producido una constante alza en las remuneraciones. Para el director de la Facultad de Negocios de la Universidad Mayor, Edmundo Durán, el outsourcing “es una muy buena opción para generar nuevos empleos”. El académico indica que en sus inicios éste ofrecía puestos para personal “no calificado, pero eso ha ido cambiado, incluso hoy algunas instituciones financieras externalizan los servicios prestados por abogados”. De este modo, el sistema de subcontratación se ha transformado en una verdadera fuente de trabajo para profesionales y técnicos. “Hoy tienes una industria que está creciendo y que, por lo tanto, invita a ser considerada como una opción, sobretodo para gente que está recién egresando”. Ese fue el caso de Luis Rosas, Analista de Sistema de DuocUC, quien dio sus primeros pasos en el mundo laboral gracias a este formato, lo que le brindó la oportunidad de adquirir experiencia en importantes empresas nacionales, factor clave para que hoy se desempeñe en su propia empresa, llamada BlueGroup. “Es una excelente alternativa para los profesionales jóvenes, en el sentido que uno tiene que adaptarse a la compañía que contrata el servicio y a las tecnologías que ésta emplea, además de ser una buena escuela para aprender e ir formando un roce profesional”, afirma Rosas. Otro punto a favor de este modelo radica en la presencia de la tecnología, ya que según el docente “la conectividad permite que un desarrollador de software local preste sus servicios a industrias de India, China o Estados Unidos o trabajar para grandes firmas extranjeras en servicios de atención de clientes”. Nuevas perspectivas El informático revela que con la nueva Ley de Subcontratación "surgen nuevas variantes, que en esos años no existían, que tienen relación con la supervisión y capacitación constante. Esta normativa apoya y da más confianza a los trabajadores del outsourcing, protegiéndolo y filtrando un poco el mercado”, concluye. |