Escribe Conchi Lafraya
Los profesionales que trabajan en el sector de capital riesgo empiezan a ser los más envidiados del mundo financiero en España. Los socios de firmas como Permira, Carlyle o CVC cuentan con sueldos base que oscilan entre 400.000 y 600.000 euros anuales. Los profesionales de compañías, como Corphin, Nmás1 o Bridgepoint, que operan en el middle market (mercado mediano), ganan entre 150.000 y 250.000 euros al año.A esto hay que añadir el bonus anual, que puede alcanzar el 30% del salario base, y un porcentaje que cobran de los beneficios de sus participadas, denominado carried-interest.
que trabajan en el sector de capital riesgo empiezan a ser los más envidiados del mundo financiero en España. Los socios de firmas como Permira, Carlyle o CVC cuentan con sueldos base que oscilan entre 400.000 y 600.000 euros anuales. Los profesionales de compañías, como Corphin, Nmás1 o Bridgepoint, que operan en el middle market (mercado mediano), ganan entre 150.000 y 250.000 euros al año.A esto hay que añadir el bonus anual, que puede alcanzar el 30% del salario base, y un porcentaje que cobran de los beneficios de sus participadas, denominado carried-interest.
Esta remuneración únicamente está contemplada en el sector de capital riesgo, aunque también la reciben algunos gestores de fondos de banca privada que trabajan con hedge funds (fondos de arbitraje, basados en cambio de moneda o bonos).
Plusvalías
¿Qué es exactamente el carried-interest? Es una participación de las plusvalías generadas por el fondo. Normalmente, la gestora toma el 20% de las ganancias y el 80% restante va a parar a manos de los accionistas. En definitiva, los propios socios de la firma de capital riesgo son los primeros interesados en que la compañía adquirida cumpla el plan estratégico diseñado, ya que todo lo que gane por encima de lo prometido al inversor, irá a parar a su bolsillo.
El único problema es que esta cantidad se cobra cuando se ha desinvertido todo el fondo, lo que significa que pueden pasar entre cinco y siete años. Algunas firmas de capital riesgo hacen provisiones y van pagando estos beneficios año tras año. En las compañías de capital riesgo que no se adelanta esta remuneración, sus socios "están enganchados a este variable" durante años, lo que frena la movilidad de los expertos del sector.
Según fuentes sectoriales, cuando Carlos Mallo salió de la delegación catalana de 3i para ser el director de Permira, esta firma tuvo que pagar un alto peaje. ¿El motivo? Mallo llevaba varios años en 3i y esto significaba que tenía entre 5 millones y 10 millones de euros pendientes en su carried-interest. Anteriormente, Mallo había trabajado en Continente (actualmente, Carrefour), lo que hacía que fuera un experto en bienes de consumo y en el sector de la distribución, una conjunción perfecta para los profesionales del sector.
Otro ejemplo es el de Javier de Jaime, máximo responsable de CVC en España. "Este experto podría tener entre 100 millones y 150 millones de euros de sus participadas en carried", apuntan fuentes del mercado.
Por otra parte, la mayor parte de los fondos están domiciliados en Luxemburgo, Islas Man, Islas Caimán y otros paraísos fiscales para reducir el pago de impuestos en España.
Duplicar el negocio
¿A qué motivos responden estas altas retribuciones? Esencialmente, a que su trabajo no es sencillo. Por una parte, tienen que buscar las mejores oportunidades a la hora de adquirir empresas. Por otra, tienen que desinvertir en el momento oportuno. Sin embargo, el principal reto de la gestora es dar la vuelta a los resultados de la nueva participada.Es decir, diseñar un plan estratégico que en menos de cuatro años duplique el volumen de negocio de la empresa y logre obtener más beneficios.
Las personas que trabajan en este sector en España proceden de tres ámbitos distintos. Los ejecutivos que analizan los planes de negocio provienen de la banca de inversión, concretamente de las áreas de fusiones y adquisiciones. Estos profesionales son los que habitualmente cierran las due dilligence. Consultoras estratégicas como McKinsey, Boston Consulting o Mercer Consulting también han nutrido al sector durante los últimos años.
Actualmente, están proliferando los fichajes de expertos sectoriales. Este es el caso de John de Zulueta, presidente de Sanitas, que ha entrado en el consejo de 3i para asesorar a la firma en el sector sanitario, o Carlos Carbó, consejero delegado de la firma de capital riesgo Nazca, que anteriormente fue director general de García Vaquero.Javier Abad, socio de Apax, procede de la consultora estratégica ATKearney; Pedro de Esteban, primer ejecutivo de Carlyle, trabajó antes en el banco de inversión Goldman Sachs y en la consultora estratégica, Boston Consulting Group. Joaquín Pereira Rico, socio de CVC, desarrolló su carrera antes en la consultora McKinsey en el banco Citigroup.
, socio de Apax, procede de la consultora estratégica ATKearney; Pedro de Esteban, primer ejecutivo de Carlyle, trabajó antes en el banco de inversión Goldman Sachs y en la consultora estratégica, Boston Consulting Group. Joaquín Pereira Rico, socio de CVC, desarrolló su carrera antes en la consultora McKinsey en el banco Citigroup.