En un escenario en el que las tecnologías avanzan y evolucionan con una rapidez inusitada, las organizaciones saben que deben mejorar las competencias de su personal de TI; ofrecer una formación deficiente pueden derivar en que el equipo también disponga de habilidades deficientes y en una desventaja competitiva para la entidad.
Es ampliamente conocido que formar a los equipos de TI en los últimos avances tecnológicos, empresariales y de seguridad es esencial para obtener el máximo rendimiento y productividad. Sin embargo, de lo que no se suele hablar es de los errores que cometen los responsables de TI al establecer y supervisar los programas de formación, sobre todo cuando la formación se considera poco más que una tarea obligatoria.
«Tratar la formación como un ejercicio de ‘marcar casillas’ envía el mensaje al equipo de que realmente no importa mucho el contenido que están aprendiendo, y esa mentalidad es contagiosa», advierte Steve Ryan, directivo de BARR Advisory, un proveedor de soluciones de seguridad y cumplimiento basadas en la nube.
¿Ofrece su empresa a sus equipos la formación que necesitan para estar al día de los últimos avances del sector? He aquí una rápida lista con los siete errores de formación más comunes que debe evitar a la hora de actualizar los conocimientos de sus equipos informáticos.
1. Centrarse en los objetivos equivocados
Un gran error que cometen muchos responsables de TI es confiar en una estructura de formación que prioriza la promoción profesional sobre el desarrollo de habilidades. «Esto crea una cultura de ‘escalar posiciones’ en lugar de centrarse en la formación, el aprendizaje y la mejora continuos», afirma Nicolás Ávila, CTO para Norteamérica de la empresa de desarrollo de software Globant.
Para mantener a los equipos comprometidos y en línea con los objetivos, Ávila sugiere individualizar el desarrollo de habilidades y crear periódicamente actividades centradas en ellas. La experimentación amplía la experiencia, sobre todo en un campo en rápida evolución como la tecnología, donde la capacidad de aprender muchas habilidades nuevas es clave tanto para el éxito profesional como empresarial, afirma. «Crear una cultura de desarrollo también conduce a una fuerza de trabajo más feliz y comprometida, lo que puede minimizar el desgaste».
No tema el desgaste, sino el estancamiento, aconseja Ávila. «Si tiene el equipo adecuado algunos miembros se irán, pero si tiene el equipo equivocado podrían quedarse todos y dañar lentamente tu organización sin remedio».
2. Descuidar las habilidades blandas
Centrarse únicamente en las habilidades técnicas e ignorar otras capacidades profesionales esenciales, como la gestión empresarial, de la comunicación y el liderazgo, es un grave error, afirma Sharon Mandell, CIO de Juniper Networks. Algunos las llaman «habilidades blandas», pero yo creo que deberían considerarse habilidades básicas», apunta.
Si los miembros de un equipo no son capaces de comunicarse e influir tanto en sus colegas como en las partes interesadas, es poco probable que puedan producir soluciones que funcionen para todos, afirma Mandell. «Es mejor asegurarse de que se está haciendo un poco de ambas cosas, desarrollando aptitudes básicas técnicas y complementarias«.
Para conseguir la máxima eficacia en la formación, Mandell recomienda a los responsables de TI que sigan un enfoque equilibrado. «Al centrarse en crear equipos completos, se piensa a largo plazo», señala. También construirá una organización sostenible y resistente, no sólo habilidades tecnológicas para hoy. «No deje que lo urgente nuble su estrategia a largo plazo».
3. No abordar el cambio
Comprométase con el aprendizaje continuo, el desarrollo y la alineación con el negocio para mantenerse a la vanguardia y cumplir objetivos empresariales más amplios, aconseja Dalan Winbush, CIO de la firma de plataformas de desarrollo de aplicaciones de código Quickbase.
Dado que la tecnología cambia constantemente, el personal de TI debe estar al día de las nuevas innovaciones para seguir desempeñando su trabajo con eficacia. Dar prioridad a la alineación con el negocio a expensas del aprendizaje y el crecimiento continuos puede provocar falta de innovación, estancamiento e incapacidad para alcanzar los objetivos de la organización, advierte.
La tecnología de la formación también avanza rápidamente. Las opciones de formación impulsadas por la automatización de la inteligencia (IA) -incluidas las ofertas que utilizan la inteligencia artificial y el aprendizaje automático- tienen el potencial de impulsar los resultados de la formación al proporcionar una instrucción altamente centrada en el trabajo y relevante para el negocio que ofrece experiencias de aprendizaje individualizadas.
4. No tener en cuenta la diversidad
No reconocer a los miembros del equipo de TI como individuos únicos conduce a resultados de capacitación desiguales en el mejor de los casos. «La diversidad se extiende a la singularidad en la forma de pensar y procesar la información, y estas diferencias conforman la forma en que aprendemos e interactuamos», afirma Ashwin Sadasiva Kumar, vicepresidente senior, responsable de aprendizaje y campus de la consultora de TI Virtusa.
Los responsables de TI y sus colegas de formación deben diseñar módulos de formación que se adapten a todos los estilos de aprendizaje. «Algunas personas son pensadoras visuales, mientras que otras son más analíticas o creativas», afirma Kumar. Las perspectivas importan, señala. «Por lo tanto, la diversidad de formación es importante, ya que permite a los miembros del equipo abordar los problemas y desafíos desde diferentes ángulos, lo que puede conducir a soluciones más innovadoras y a una mejor toma de decisiones».
Kumar sugiere que los CIO amplíen su perspectiva de formación y se centren en las necesidades de sus equipos. «Esto comienza con alentar a los empleados a ser creativos y curiosos, mientras que también se cultiva el lugar de trabajo para priorizar el crecimiento individual», dice. «Los empleados buscan líderes que promuevan un lugar de trabajo donde tengan un asiento en la mesa de dirección, ya sea anticipando las necesidades de los clientes, comprendiendo las necesidades y previsiones de la organización, identificando y persiguiendo acuerdos o sintiéndose motivados».
5. Irrelevancia de la formación
Los responsables de TI tienden a creer que la mayoría de los empleados comprenden la importancia de la formación y su relación con el trabajo, afirma Orla Daly, CIO de la empresa de tecnología educativa Skillsoft. Sin embargo, esto no suele ser cierto.
Cuando los miembros del equipo carecen de contexto sobre el valor de la formación, es probable que la descarten como una tarea innecesaria. «No dedicarán tiempo a la formación o la seguirán a rajatabla sin asimilar ni retener ninguno de los mensajes o ideas clave», explica Daly. «Esto no sólo anula el propósito de la formación prevista, sino que puede conducir a la frustración y la falta de compromiso entre los equipos». Los profesionales de TI ansían crecer y desarrollarse profesionalmente. «Si no están viendo el valor en sus programas de capacitación actuales, pueden perder la motivación o incluso considerar cambiar de trabajo».
Hacer que mejorar las capacidades del empleado sea algo relevante requiere que los líderes de TI reconozcan y derriben las barreras de formación, como las sesiones del curso que entran en conflicto con los complejos horarios de trabajo de los miembros del equipo o que se entrometen en su tiempo personal. «También significa conectar la formación con el desarrollo profesional y el crecimiento de la carrera«, afirma Daly.
Según Daly, el desarrollo del liderazgo y la formación en habilidades directivas suelen ser desafortunadas ideas de última hora. «Al mostrar a los empleados cómo la formación puede ayudarles a alcanzar sus propios objetivos profesionales -además de apoyar las necesidades del negocio- los líderes de TI verán una mayor productividad y compromiso de los miembros de su equipo».
6. Cortar por lo sano
La formación de los equipos nunca debe considerarse una ocurrencia de última hora, por lo que a los programas de formación se les deben asignar los recursos adecuados en términos de dinero, tiempo y formadores, afirma Randall Trzeciak, director del programa Masters of Science Information Security Policy and Management de la Universidad Carnegie Mellon. «No permita que las limitaciones de recursos impidan la formación de todos los miembros pertinentes del personal informático, incluido el personal de apoyo secundario», aconseja.
A diferencia de los buenos vinos o los vaqueros, los programas de formación no envejecen bien. «Asegúrese de que los conocimientos informáticos se adaptan al ritmo del cambio«, recomienda Trzeciak. «Y de que existe la posibilidad de medir la eficacia de la formación durante y después de la finalización del programa de formación».
7. Considerar la formación como un elemento transparente
Tal vez el mejor y más eficaz enfoque de formación sea educar a los miembros del equipo sin que se den cuenta, afirma Ryan, de BARR Advisory. Además de impartir formación formal convencional, cada vez más organizaciones hacen de la formación una parte integral de la vida laboral diaria de cada miembro del equipo.
Ryan pone como ejemplo la formación en seguridad. «Esto significa enviar recordatorios periódicos a los empleados, realizar ejercicios regulares de concienciación e información sobre phishing e incentivar a los empleados a mejorar mediante la gamificación de la experiencia de aprendizaje».
Fuente: Errores de formación en TI que hay que evitar | Liderazgo & Gestión TI | CIO (ciospain.es)