Fuente: http://www.elpaisretina.com
El dato es contundente. Casi dos de cada 10 ofertas de trabajo en España son del sector tecnológico. Y a la vez, la media de inscritos a estas ofertas es la menor de todos los sectores. Solo 15 candidatos de media, el 4,64% del total que optan a un trabajo. Este es el complejo panorama que dibujan los datos cedidos en exclusiva a RETINA por la startup Jobandtalent —portal dedicado a la búsqueda de empleo con más de 10 millones de usuarios—. Una España que busca perfiles profesionales en el sector tecnológico, pero que apenas sí los encuentra.
“Lo esperábamos. Es lo que todos comentamos en el sector. Pero nuestros datos lo refrendan”, afirma Felipe Navío, cofundador y co-CEO de Jobandtalent. “Es un problema estructural al 100%. Los empleados no salen formados de las universidades para el perfil que demanda el sector tecnológico. Y la mediana y pequeña empresa, las startups, tampoco tienen el tiempo o los recursos para formar a un candidato sin experiencia”. Aunque Jobandtalent no revela exactamente el número de currículums empleados en este análisis por política de empresa, cifra los candidatos evaluados en millones y las empresas demandantes de empleo en decenas de miles.
Es un problema que se enrosca y se muerde la cola, pero del que depende el futuro de la economía mundial. Eurostat cifra las necesidades del sector tecnológico para el 2020 en un millón de nuevos puestos de trabajo. La demanda de profesionales es masiva y pareja a su escasez. Alicia Asín, CEO de la startup Libelium, reflexionaba así en el Desayuno ‘Big Data’ de RETINA: “Tenemos que empezar muchísimo antes a cambiar esta situación, en los colegios e institutos. Primero para conseguir que la gente quiera ser ingeniera, que ya cuesta. Estás vendiendo a los futuros estudiantes que hagan una carrera para que tengan un trabajo dentro de 10 años que todavía no existe. No estamos transmitiendo bien el mensaje para convencerlos”.
El perfil más demandado
Programador, con uno o dos años de experiencia por un salario medio de entre 21.000 y 28.000 euros anuales. Más del 30% de las ofertas del sector IT en España son así. Se busca programador. Si el rango se amplía a los que no tienen ninguna experiencia o a los que acumulan cuatro años, el porcentaje supera el 50%. Y el sueldo, en el caso del veterano, se multiplica: 48.000 euros de media para el programador que acumule al menos cuatro años de experiencia.
En todos estos casos, la oferta de empleo supera con mucho a la demanda. A veces la multiplica hasta por tres, como sucede con el programador con dos años de experiencia: el 16,21% de las ofertas de empleo del sector al que solo responden un 5,62% de los candidatos. Teniendo en cuenta todos los perfiles profesionales, solo el gerente de ventas tiene más ofertas de empleo que el programador (un 22,24% frente al 18,19%). La diferencia de competencia es sin embargo abismal: 30 candidatos por oferta en el caso de gerente de ventas frente a solo 8 en programación.
El unicornio es la mujer programadora
El detalle de los datos de Jobandtalent refleja otro de los problemas clave en el sector tecnológico: la falta de mujeres. De las cinco parcelas clave en el IT —programación y desarrollo, ingeniería, business intelligence, project management y control de calidad—, la paridad solo se alcanza en el último apartado, control de calidad: un 50,9% de los candidatos a una oferta de empleo de estas características son mujeres. Pero los dos apartados clave, ingeniería y programación, arrojan un dato desalentador: solo dos de cada diez candidatos (el 22%) son mujeres. Su ausencia no es una mera cuestión de género. Un informe de McKinsey del pasado septiembre concluía que la equidad en el trabajo podría disparar el producto interior bruto mundial casi 11 billones de euros, con el sector tecnológico en el punto de mira.
La lucha para cambiar esta estadística es estructural. El informe Las mujeres en la Tecnología 2015, realizado por la plataforma de elearning Coralesce, señalaba una serie de factores esenciales para virar la tendencia: animar a las mujeres desde la escolarización a estudiar carreras científicas y tecnológicas; promocionar modelos a seguir, mujeres con altos puestos de responsabilidad en el sector IT o acabar con la percepción de que la tecnología es cosa de hombres encabezaban la lista.
Consecuencia de todos estos efectos, la presencia de la mujer en el IT no sube, sino que baja, como desvela por ejemplo el estudio de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias: en dos décadas (1990-2013), ha descendido un 10% la cantidad de mujeres en el sector (del 35% al 25%).