Un estudio de Autelsi muestra que más del 70% de los trabajadores desean adoptar de aquí en adelante un modelo híbrido.
En marzo de 2020 la pandemia obligó a muchas empresas y trabajadores a implementar de urgencia el teletrabajo, o a extenderlo de manera generalizada en aquellas que ya lo utilizaban parcialmente.
De hecho, el porcentaje de teletrabajadores en España pasó de un 4’8% en el último trimestre del 2019 a un 16’2% en el segundo trimestre del 2020. Durante la pandemia se ha mantenido en cifras siempre ligeramente superiores al 10%, para estabilizarse en los últimos dos trimestres en torno al 8%
Las encuestas realizadas por consultoras y lideres tecnológicos coinciden en un porcentaje superior al 70% de trabajadores que desean adoptar de aquí en adelante un modelo híbrido, que les permita trabajar algunos días en su domicilio y otros en la oficina.
Consciente de los retos que supone tanto para empresas como para trabajadores este cambio de paradigma, Autelsi ha reunido a un grupo de expertos para reflexionar sobre el tema y compartir experiencias.
El primer resultado de este grupo de trabajo es un informe en el que se plantean y se responden algunas de las preguntas que más nos preocupan sobre el teletrabao, y que se agrupan en 5 ejes:
• Aspectos legales, de privacidad y cumplimiento. Cuestiones tales como el carácter voluntario que la legislación otorga al teletrabajo, o el derecho del empleado a la desconexión digital
• Riesgos laborales, psicosociales y ergonomía. Aspectos como la implantación de un servicio de tutela al empleado, la prevención de accidentes en el teletrabajo, o los procesos de inclusión que eviten el desapego del teletrabajador.
• Infraestructura tecnológica y riesgos de ciberseguridad. Consideraciones como quien debe aportar los medios tecnológicos, o medidas adicionales que se deben tomar para la protección de datos, y la prevención del riesgo de ataques cibernéticos.
• Cultura, concienciación, formación y capacitación. Este eje incluye el planteamiento de planes de concienciación, desarrollo de nuevos procedimientos y herramientas, y definición de roles y responsabilidades.
• Productividad y negocio. Aspectos como la posible oportunidad en la mejora de la productividad y la prestación de servicios tanto externos como internos que puede suponer el teletrabajo, o la necesidad de reformular objetivos y métricas.
El grupo de trabajo inicia ahora una segunda fase del estudio en la que se invitará tanto a empresas como a Administraciones Públicas a aportar su experiencia para entender mejor la realidad de este fenómeno en España, y poder extraer conclusiones útiles para todos.
Fuente: https://www.computing.es/