A pesar de que el empleo en este sector ha aumentado un 19,8% desde 2020, las empresas podrían crear un 15% más de puestos de trabajo si hubiera más perfiles disponibles.
Desde hace años que se viene hablando de una escasez de talento especializado en el sector TIC, una tendencia que se ha agudizado con el surgimiento de nuevas tecnologías y la acelerada adopción de éstas por parte de las empresas. Un estudio realizado por la Fundación VASS y Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) calcula que esta falta de perfiles especializados le cuesta a España 2.300 millones de euros en oportunidades y actividad económica perdidas.
El V Estudio de Empleabilidad y Talento Digital revela que el empleo en el sector tecnológico ha aumentado un 19,8% desde 2020, con 653.500 profesionales trabajando a inicios de 2023. Así, España cuenta con la mayor tasa de especialistas TIC con estudios superiores entre los grandes países de la UE (82%), no obstante, aún se encuentra rezagada en términos de proporción de especialistas TIC en relación con el empleo total.
Según Javier Latasa, CEO y presidente de VASS y Fundación VASS, “las empresas podrían crear aproximadamente un 15% más de empleo si hubiera perfiles adecuados y disponibles”. Además, “un 61% de las empresas que buscaban especialistas TIC en 2022 tuvieron dificultad para cubrir sus vacantes, y se estima que hasta 10.500 posiciones técnicas nuevas se quedaron sin cubrir en ese mismo año. Como país tenemos que ser capaces de cubrir el gap tecnológico entre la oferta y la demanda de perfiles TIC para garantizar el crecimiento del sector y de nuestra economía».
Por su parte, Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, comentó que “el éxito de la digitalización de nuestro país depende en gran medida de lograr cubrir esa brecha que deja un modelo productivo y laboral que va a estar en constante transformación. La clave para alcanzar este equilibrio es ser capaces de anticipar los cambios, tendencias y nuevos escenarios que están por venir”.
No hay plazas para los interesados
Como explicó Antonio Rueda, director de la Fundación VASS, a pesar de en los últimos años ha habido un aumento del 23% en las titulaciones de informática, “existe un desequilibrio entre la oferta y la demanda de plazas universitarias, con casi 7.000 vocaciones que no pudieron tener acomodo en las carreras de informática en curso 2021-22 (se acumulan más de 33.000 desde 2015/2016″. Mientras que el número de plazas ofertadas ha crecido un 13,9%, la demanda de éstas lo ha hecho en más del 43%.
Otro problema es el de la brecha de género. Entre 2011 y 2022, la presencia de mujeres en el sector ha bajado dos puntos, cayendo hasta el 15% del total de profesionales TIC. Esto, a pesar de que ellas tienen mejores indicadores académicos y tardan menos que los hombres en completar sus estudios universitarios de informática.
Asimismo, el estudio evidencia un desafío en torno a las altas tasas de abandono, la falta de claridad vocacional entre los estudiantes y las limitaciones en recursos y apoyo para actualizar las competencias y retener el talento. José Ramón Seoane, director de la Fundación de la UAM, sostuvo que en la organización “llevamos años impulsando las competencias digitales a través de la relación de la UAM con el tejido empresarial, un par de ejemplos de dicha colaboración es la elaboración de este estudio con la Fundación VASS o la puesta en marcha del Plan Progresando UAM-VASS. Las formaciones altamente especializadas, como las microcredenciales y los Planes Progresando, que potenciamos desde la UAM y su fundación, acercan la realidad del sector a la universidad”.
Habilidades técnicas por sobre las soft skills
El estudio también pone de manifesto la creciente necesidad de las empresas del sector de profesionales con habilidades técnicas o hard skills, con un 58,3% del talento contando con este tipo de capacidades. En este ámbito, el desarrollo web front-end es la habilidad más valorada por las empresas, seguida por las competencias en la nube, el desarrollo back-end y el diseño e implementación de bases de datos.
No obstante, el talento tecnológico también se compone de profesionales con soft skills, que representan un importante 41,7% del total. Esto demuestra que, actualmente, tener conocimiento técnico no basta para ser un buen profesional del sector TIC.