Cuándo. Esa es la pregunta que muchos se hacen al respecto de la llegada de la era cuántica a la informática. Que traerá consigo muchos beneficios, pero que muchos, pero también podría suponer la apertura de la Caja de Pandora. La seguridad, que es lo que tiene. Y en lo tocante a la seguridad… Escalofríos, temblores, miedos. ¡El apocalipsis!
¡Tampoco es para tanto! Se trata de tomar las precauciones lógicas. Porque, como dice Antonio Córcoles, Científico de Computación Cuántica de IBM Research, “en los próximos años, la computación cuántica ya no será vista como algo misterioso. El público en general abrazará esta nueva era, ya que nuestra comprensión colectiva de la informática cuántica sigue creciendo y afectando a todas las industrias y a todas las instituciones educativas. Esta explosión en el conocimiento está ayudando a iniciar el comienzo de la era cuántica comercial, un período formativo en el que la tecnología de la computación cuántica y sus casos de uso temprano se desarrollan muy rápidamente”.
Microsoft predice que en cinco años la tendremos aquí, al igual que piensa el máximo responsable de los laboratorios de IBM Research, Arvind Krishna. De la misma opinión es el científico de IBM requerido para este reportaje, quien no duda en afirmar que “existe la esperanza de que, dentro de cinco años, la industria habrá descubierto las primeras aplicaciones donde una computadora cuántica (utilizada junto con una computadora clásica) ofrecerá importantes ventajas para resolver problemas específicos”.
Lo que traerá consigo la era cuántica
Pocos dudan de que se romperá, y de manera instantánea, el cifrado de datos confidenciales hasta ahora protegidos por los sistemas de seguridad más avanzados del mundo. Lo cree y confiesa Arvind Krishna. De ahí que invite a todo aquel que quiera que sus datos estén protegidos a lo largo de los próximos diez años a utilizar ya formas alternativas de cifrado. ¿Cuáles? Nosotros conocemos una, y tiene sello español. Pero no precipitemos los acontecimientos. De ello hablaremos llegado el momento.
Fuente: http://cso.computerworld.es