Los directores de RRHH de los cinco continentes lo teníamos todo «bajo control». Los nuevos espacios de colaboración listos para que nuestros profesionales se sintieran bien en su lugar de trabajo. Zonas de ocio en las oficinas. Iniciativas para fomentar la cultura empresarial, networking presencial, actividades en las universidades y otros centros formativos, programa de desarrollo de carrera profesional, … Y de repente, todo cambió en cuestión de días…
La «resiliencia» de las compañías, y de sus departamentos de Recursos Humanos como catalizadores del viaje que tuvimos que emprender a la fuerza, se puso a prueba. En tiempo récord tuvimos que mover a prácticamente la totalidad de nuestros profesionales a trabajar desde casa. En una empresa de ámbito internacional supuso todo un reto, con movimientos de personas por todo el planeta hasta que lo conseguimos. Habíamos logrado lo que llamamos el «Elastic Digital Workplace»: asegurar que todos los profesionales podían comunicarse, acceder a las aplicaciones y datos corporativos y tomar decisiones en cualquier sitio, en cualquier momento y utilizando cualquier dispositivo tecnológico.
Y eso sólo era el comienzo. A partir de ese momento empieza una etapa diferente en nuestras vidas, tanto personales como profesionales. La distancia social impuesta requiere una cercanía virtual en nuestro entorno empresarial que debemos saber gestionar. No sabemos cómo será la «nueva normalidad», o el «never normal» como lo llamamos en Accenture. Lo que sí sabemos es que será distinto de lo que estábamos acostumbrados, y que requerirá una gestión diferente de los profesionales. Nos enfrentamos a un futuro incierto, porque no estamos hablando de una «reapertura», sino de un nuevo comienzo.
Pero ¿cómo elaborar una reinvención gestionando al mismo tiempo la incertidumbre?
Lo primero que debemos hacer es pensar en nuestros profesionales. Hoy, más que nunca, la demostración de humanidad marca la diferencia. La comunicación transparente y continua juega un papel clave en reforzar la confianza. Nuestra encuesta a consumidores sobre el COVID-19 desveló que más del 64% de los trabajadores a nivel mundial están lidiando con ansiedad ante su situación laboral. Otros están preocupados porque creen que la interacción social habitual ya no será posible. Por eso las compañías tenemos que poner foco en el bienestar de nuestros empleados y ayudarles a gestionar el estrés que esta situación está produciendo.
Otro tema importante en este «nuevo comienzo» es garantizar un entorno de trabajo seguro. Casi la mitad de los encuestados que nunca había trabajado en casa se plantean hacerlo a partir de ahora. Otros están deseando volver a sus lugares habituales de trabajo. Y en general, un 50% no dispone de una buena rutina para trabajar en casa. Las habilidades de gestión de equipos híbridos, de colaboración en distintos entornos y la fortaleza de la tecnología serán un objetivo prioritario.
Lo siguiente sería ser capaces de definir una estrategia que se adapte a la situación. ¿Qué situación? Ahí está el dilema. No sabemos si la evolución será positiva, si habrá rebrotes importantes o si conviviremos con un modo «latente» en el que no haya un «business as usual», sino que tengamos que gestionar un «business as unsusual». Una nueva estructura de costes flexible es aquí fundamental para gestionar la incertidumbre, y donde los directores de RRHH tenemos mucho que hacer. La reinvención se basa en la innovación, en abordar nuevas líneas, y en la capacitación de empleados de cara al futuro. Muy importante aquí es considerar una visión a largo plazo en el ecosistema de fusiones y adquisiciones, de cara a mejorar las capacidades y favorecer la resiliencia.
Por último, tener éxito de cara al futuro en este «nuevo comienzo» depende sobre todo de adquirir nuevas capacidades. Tenemos que invertir, ahora más que nunca, en la formación de nuestros empleados para que sean capaces de comprender y empatizar con lo que nuestros clientes necesitan, desarrollando una nueva experiencia para ellos. La inteligencia artificial, seguridad de la información, nuevas tecnologías y la importancia de los datos serán claves de cara al futuro. Tenemos que orientarnos al valor en este nuevo entorno, a ser catalizadores del cambio involucrando a nuestros profesionales a sentir el propósito de nuestra compañía como el suyo personal. Por eso, la cultura empresarial y el modo en el que seamos capaces de imbuir esa cultura a todos los niveles será uno de nuestros retos en el «never normal».
En definitiva, estamos ante una nueva era, llena de oportunidades, de retos y de incertidumbres. Tenemos que cambiar la mentalidad del «modo reacción ante la crisis» que hemos tenido que vivir al «modo proactivo y de desarrollo» para el futuro. Desde RRHH tenemos que estar más cerca que nunca de nuestros profesionales, fomentar el sentimiento de pertenencia utilizando herramientas digitales y facilitar su desarrollo mediante herramientas de colaboración, formación virtual y coaching. Es hora de reinventarse y escribir el futuro.
Fuente: http://capitalhumano.wolterskluwer.es/