Lobby & Advocacy: Gestión de intereses públicos y privados
Según la Encuesta Global a Consejeros Delegados y Alta Dirección 2010 elaborada por IBM, el 70% de los encuestados (1.500 consejeros delegados, directores generales y altos ejecutivos de 60 países), considera que, en los próximos años, asistiremos a un mayor control gubernamental y un creciente peso regulatorio. Esto obliga a las empresas a incorporar como parte de su estrategia la capacidad de influir en las instituciones regulatorias transnacionales, nacionales y regionales.
Es por ello que en la actualidad, estamos asistiendo a una rápida legitimación de la actividad del lobbying no sólo en Estados Unidos, sino en otros países y principalmente en el Parlamento y la Comisión Europea. Recientemente los países miembros de la OCDE han firmado un documento de legitimación del lobby y establecido unos principios al respecto. Hemos pasado de tener sólo tres países – Estados Unidos, Canadá y Alemania-, con una regulación específica sobre los grupos de presión o interés en el año 2000, a superar la decena de Estados con una regulación específica.
En España ha habido tres proyectos no de Ley para aprobar una regulación del lobby, y el año pasado se realizó el Primer Congreso de Lobby con una institución pública. El marco constitucional español con la mayoría de competencias transferidas a las comunidades autónomas obliga a las multinacionales a tener una amplia capacidad para gestionar los diversos ámbitos regulatorios.