Los ataques de phishing financiero son mensajes fraudulentos que simulan proceder de sitios web legítimos. Su objetivo es hacerse con las credenciales de acceso de los usuarios a cuentas bancarias y de crédito, así como con los datos necesarios para acceder a las cuentas online con el propósito de robar los fondos de las víctimas. El 53% de los ataques phishing siguen este esquema y tienen este objetivo, según los datos del Informe de phishing de 2017 de Kaspersky Lab.