La firma líder de servicios profesionales ha vuelto a participar en esta jornada que reúne a los principales actores del sector de proveedores de automoción, aportando su visión y expertise sobre la transformación de la industria y las claves del futuro en materia de sostenibilidad y productividad.
Recientemente se celebró el XI Encuentro “Proveedores de Automoción: Sostenibilidad con Competitividad”, organizado por SERNAUTO en colaboración con Deloitte, donde se abordaron los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria y cómo las empresas pueden seguir siendo competitivas mientras adoptan prácticas sostenibles, más allá de la regulación. Vicente Segura, socio responsable del sector Automoción de Deloitte, resaltó la importancia de la colaboración entre todos los actores de la industria para atraer inversión en proyectos innovadores y transformacionales, y potenciar el desarrollo de I+D+i.
“La industria de la automoción se encuentra inmersa en la mayor y más integral transformación vivida hasta la fecha. La electrificación y la aparición del vehículo conectado serán los catalizadores de esta transición hacia una movilidad más sostenible, donde pese a los desafíos, también existen grandes oportunidades. En este sentido, la digitalización será clave y la aceleración de la electrificación se espera que se multiplique exponencialmente hasta 2040”, afirmó Segura durante su conferencia ‘La transformación de la industria’.
Por otro lado, en el panel “Sostenibilidad en Automoción”, Cecilia Dall’Acqua, socia de Clima y Sostenibilidad de Deloitte, junto a Tomás Villén, CEO de Porsche Ibérica, y Ernesto Barcelo, Chief ESG Officer de Gestamp, compartieron su visión sobre el futuro sostenible del sector. La experta subrayó que «para mantenerse competitivos en un entorno regulatorio exigente, los líderes empresariales deben abanderar un cambio de paradigma en el que la estrategia de sostenibilidad y de negocio se oriente al largo plazo». Además, destacó que la inversión en capacidades nuevas es crucial para capturar los impactos positivos de la sostenibilidad, aunque ello implique priorizar la competitividad futura sobre la rentabilidad actual.