Hace décadas que el cloud computing se ha hecho un hueco en la agenda de digitalización de las empresas. Sin embargo, no ha sido hasta tiempos más recientes -cuando la adopción de este modelo ha sido masiva- que esas mismas compañías se han dado cuenta de que la nube es mucho más que una forma de entregar recursos tecnológicos: es un cambio de paradigma completo que afecta a la propia estrategia TIC, pero también a la operativa y los perfiles que guarda en su seno cada organización.
Así lo entiende Javier Sanz, máximo responsable de Cloud en Accenture: «Antes había responsables de decidir qué sistemas había que instalar y cómo debían diseñarse los centros de datos. Ahora todo eso ha desaparecido, ya que lo que se necesitan son posiciones que entiendan cómo distribuir las cargas y cómo gestionar los consumos de distintos proveedores de servicios en la nube».
Para este experto, además, el verdadero catalizador del despegue cloud pasa por su impacto sobre la filosofía misma de la empresa: «Hasta ahora, se había apostado por un paradigma basado en la seguridad, donde se sobredimensionaban los sistemas TIC para protegerse ante potenciales picos de trabajo. No había ni escalabilidad ni flexibilidad, y apenas se aprovechaba el 20% de la capacidad real instalada. Con la nube, la filosofía pasa a ser de adaptabilidad, donde se busca ser capaz de ajustarse a las necesidades reales de la empresa, sin costes fijos o gastos ocultos que puedan ser imputables a la operativa TIC».
Fuente: https://innovadores.larazon.es