Fuente: www.cincodias.com Fecha: 12.08.2009
La Seguridad Social ha visto desbordarse el número de pensiones que gestiona. En los cinco primeros meses del año, sus oficinas han registrado 287.637 nuevos expedientes, de los cuales 132.751 corresponden a jubilaciones. Esta última cifra supone un aumento de más del 34% respecto a la media de los últimos 13 años, según datos del Ministerio de Trabajo. Desde la propia Seguridad Social achacan este crecimiento "al ajuste de plantillas generado por la crisis económica", que multiplica el impacto del progresivo envejecimiento de la población.
Analizada la tendencia del año sobre sus tres primeros meses, (últimos datos disponibles) se comprueba que el número absoluto de personas que abandonan su trabajo antes de los 65 años crece un 13%. Para ello hay que haber sobrepasado obligatoriamente los 60 años (excepto para quienes hayan cotizado antes del 1 de enero de 1967, que pueden hacerlo a esa edad). Pese a que la pensión de quien se retira a los 61 años se reduce entre un 24% y un 32% (dependiendo del sector y de los años de cotización), el número de trabajadores que opta por retirarse a esa edad casi se ha duplicado en comparación al mismo periodo de 2008. Los que entonces empezaron a cobrar la pensión con 61 años sumaban 2.543, mientras que hasta el pasado marzo fueron 4.189.
El efecto se repite, aunque en menor medida, en la horquilla de entre 62 y 64 años (donde las penalizaciones sobre la cuantía de la pensión disminuyen progresivamente), y tan sólo decrece el número de personas que se acogen a prejubilaciones en los tramos de edad inferiores a los 60 años. Aumenta, por otra parte, el abandono del empleo a partir de los 65 años. La constante lucha del Gobierno por mantener ocupados a los mayores, y el debate nacional abierto sobre la necesidad de retrasar la edad legal de jubilación, se ven vencidos por la contundencia de la crisis. Sea decisión de la empresa o del trabajador, la debacle del empleo ha mermado en un 18% el número de ocupados que continúan ejerciendo su trabajo más allá de la edad establecida.
Incapacidad permanente
Existe, además, un trasvase entre aquellos que antes se acogían a una incapacidad permanente, que ahora pasan directamente a la jubilación, lo que se traduce en una reducción del 38% de expedientes de este tipo en 2009, con respecto al promedio estimado por Trabajo entre 1996 y 2008.
La Seguridad Social agiliza el cobro de pensiones
La crisis ha incrementado el número de pensiones, sobre todo de jubilación, que se tramitan cada día en las oficinas de la Seguridad Social, por lo que el organismo trata de mejorar su modelo de gestión. Buscan agilizar el cobro por parte del creciente número de beneficiarios y garantizar la continuidad entre el último salario y la primera pensión.
El Ministerio de Trabajo informó ayer de que el plazo medio de gestión de las pensiones de los jubilados se ha reducido a 10 días, pese a que el número de solicitudes ha aumentado un 34% en los primeros cinco meses del año en comparación a la media registrada entre 1996 y 2008.
El número de total de expedientes instruidos ha sido de 287.637, de los que 132.705 corresponden a pensiones de jubilación, 78.128 pertenecen a afectados por una incapacidad permanente y los otros 77.526 están catalogados como casos de muerte y supervivencia.
En la actualidad, el número de pensiones en vigor por jubilación en España supera los cinco millones, lo que supone un aumento del 2,2% respecto a julio del pasado año. Cataluña es la comunidad autónoma que lidera el registro, con 941.324 jubilados (el 18% del total), seguida de Andalucía, con 722.508 (el 14%) y Castilla León, con 361.522 (el 7%). La Rioja, por el contrario, es el lugar donde habitan menos trabajadores retirados, apenas 39.821.
Cada jubilado percibe, de media, una pensión de 854 euros mensuales (lo que supone un incremento interanual del 5%), y en conjunto, el Estado ingresa a quienes han dejado de trabajar 4.312 millones de euros cada mes.
Modalidades de retiro: del anticipado al parcial
La jubilación anticipada es aquella a la que se puede acoger todo trabajador, a partir de los 61 años, con unos coeficientes penalizadores que reducen la cuantía de la pensión que le correspondería entre un 6% y un 8% por cada año que se jubile antes de cumplir los 65 años. Esto es, si un trabajador ha cotizado más de 40 años y se jubila a los 61 años su pensión se verá recortada un 24% y si lo hace a los 62 años, el recorte será del 18% y así sucesivamente.
La jubilación parcial consiste en reducir la jornada de trabajo a partir de los 61 años entre un 15% y un 85%, según los años cotizados (con un mínimo de 30 años).
Retrasar la jubilación más allá de la edad legal establecida (65 años), es otra opción, en la que se bonifica al trabajador hasta los 70 años.