Ya es sabido que la pandemia del COVID-19 ha afectado a todas las industrias de manera transversal. ¿Pero qué esta ocurriendo en concreto en el sector del Real Estate? ¿Cómo está afectando a nivel interno y externo esta realidad a las organizaciones de esta tipología y a todos los sectores que la influencian?
En el ámbito del alquiler, ya podemos ver afectadas a las principales compañías inmobiliarias, las cuales al perder su flujo de caja por no poder cobrar alquileres, han visto mermada su rentabilidad de manera importante. Lo mismo pasa para las constructoras y promotoras, las cuales se han visto en la obligación de frenar obras y generar enormes demoras en lo relativo a la recuperación de sus inversiones.
En este entorno crítico, ha hecho su aparición una aceleración de la digitalización que esté generando además en el sector una enorme incertidumbre. La realidad actual, en la que el mundo digital ha aumentado sus ventas en más de un 60% debido al confinamiento, ha creado de manera acelerada un nuevo tipo de comprador deslocalizado y digital. Esto podemos verlo claro en una industria como la del Retail, la cual está ligada directamente al Real Estate y todo lo que el mundo inmobiliario conlleva. Esta industria ha tenido que replantearse el futuro de sus journeys de cliente. ¿Seguirán necesitando el mismo tipo de localizaciones las compañías textiles, o los supermercados cuando por fin nos asentemos en la llamada “nueva normalidad”? Nadie lo sabe. Pero lo cierto es que esta incertidumbre desencadena una parálisis en la inversión y el desarrollo del sector.
Sin embargo hay un punto que es determinante en la situación que está viviendo el Real Estate, un pain que hasta ahora era desconocido por su presencialismo habitual. Hablamos de la experiencia de un nuevo cliente omnicanal e hiperconectado. La pandemia ha cancelado el 36% de las visitas previstas a inmbuebles durante la pandemia por parte de posibles compradores / arrendadores, y las compañías no han sido capaces de ofrecer experiencias virtuales que mantuvieran los compromisos de la experiencia.
De esta manera, desde atmira creemos que es fundamental trabajar en el apalancamiento de tecnología que determine una nueva arquitectura del Dato para transformar los procesos comerciales del sector hacia un Customer Centric que le permita crear nuevas experiencias de valor para cada segmento de cliente. Esto es lo que permitirá a las compañías del Real Estate reactivarse en esta nueva normalidad.
En este contexto, estas nuevas arquitecturas del dato son fundamentales para la reactivación del negocio del Real Estate, dado que permiten a las compañías entender el comportamiento de los clientes y ver como bascula su abanico de decisiones en Real Time a medida que avanzan o disminuyen las problemáticas sociales o económicas de la situación actual. Gracias al Data Acrchitecture, las organizaciones del Real Estate pueden tener una amplia trazabilidad de los desplazamientos que se producen dentro y fuera de los activos inmobiliarios, de tal manera que se pueden elaborar análisis detallados y planes de acción muy concretos para acometer los retos comerciales.
Una arquitectura del dato en clave de Customer Centric, permite por ejemplo a los propietarios de compañías de retail, saber a través de información cognitiva, cuales son los disparadores de la compra presencial de sus habituales clientes. El análisis de esta información, le permitirá elaborar los journeys adecuados con la experiencia idónea para seguir sacando partido a sus canales de venta físicos.
Sabemos que el sector del Real Estate tiene ciertas dificultades para adoptar los nuevos paradigmas que exige la innovación que nos acompaña en los últimos tiempos. Sin embargo, esta situación extrema tras la pandemia, ha acelerado su carrera de digitalización y su conciencia sobre la importancia de usar los datos de manera cognitiva para generar nuevas experiencias de valor. El mapa está trazado, y la carrera del sector es alentadora. Esperamos pronto poder ver el positivo resultado de todas sus iniciativas de transformación .
Fuente: atmira