El Open Banking trasgrede fronteras conceptuales. Mas allá de sus connotaciones y de su significado en materia económica y financiera, el Open Banking es para el entorno digital, y la economía en su conjunto, una nueva filosofía de mercado e industria. La exclusividad en la información sobre los clientes se ha terminado para las organizaciones. La nueva normativa europea PSD2 ha abierto la información a todos, los mismos consumidores son dueños de sus datos. Ellos son ahora quienes con un click autorizan el movimiento de su información, dejando a los bancos relegados a la contemplación de las iniciaciones de pagos entre cuentas bancarias sin ya requerimientos de autorizaciones previas por parte de las entidades.
La revolución de las API’s
El Open Banking ha entrado en la realidad del negocio de manera transversal, con pasos firmes, con una mayor seguridad por requerimiento de esta misma directiva. Una seguridad que habilita así la utilización de canales abiertos. Las ya conocidas por todos: API’s. Un modelo que hace del ecosistema de consumo una verdadera economía colaborativa, donde el cliente que consume productos y servicios se posiciona aún mas en el centro, requiriendo una solución y experiencia de usuario única, integrada, ágil e intuitiva. En este contexto, el Open Banking provee a las entidades nuevas vías de comercialización de dichos productos y servicios financieros a empresas de otros sectores mediante el uso de las ya mencionadas API’s, habilitando así nuevas modalidades de negocio SAAS, BAAS o PAAS.
El foco en la experiencia
Este reinvento en materia de pagos que ha traído consigo el Open Business coge su valor en el hecho de que simplifica de manera exponencial las infraestructuras tecnológicas, lo que está permitiendo a este tipo de entidades y organizaciones, poner el foco en lo verdaderamente importante: mejorar la calidad del servicio y la experiencia de usuario.
La tendencia Open Business ya no tiene límites. Comercios de toda índole y de todo tipo de industria, se están adaptando a nuevas soluciones como los pagos “contactless”, pasarelas de pago como Paypal, o soluciones de pago P2P como Bizum. Productos y servicios financieros como los eWallets ya son también una realidad común entre las generaciones más jóvenes, lo que está potenciando la velocidad de consumo en todo tipo de establecimientos, digitales y no digitales. Elementos que a su vez generan importantes beneficios en los establecimientos, ya no solo por ofrecer al cliente un sistema de pagos omnicanal con un abanico de posibilidades en su experiencia de usuario, sino también porque estos nuevos iniciadores de pagos bajo la nueva normativa, conllevan menores costes por transacción y tiempos más reducidos de liquidación.
Del B2C al B2B2C
El Open Business ha llegado para patear el tablero del B2C, efectivamente. Pero eso no significa que no tenga incidencia en el Business To Business. El Open Business está generando en el B2B una ventaja competitiva en materia de liquidación como bien se esbozaba en el párrafo anterior. La liquidez puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de una organización, y estos iniciadores de pago agilizan todo el flujo de caja.
En este contexto, se abre una puerta para modelos de negocio B2B2C, donde además las empresas se asocian entre sí para fabricar un producto o prestar un servicio al consumidor final. Alianzas comerciales con distribuidores, minoristas o mayoristas, cuyo fin es el de llegar a más clientes. Es el claro ejemplo de los marketplaces, en el que un fabricante ahora puede utilizar este tipo de plataformas para comercializar sus productos como si se tratara de una empresa B2C, pero sin abandonar por supuesto su enfoque B2B.
El presente Open Business
La conclusión extraída ante este paradigma es que el Open Banking se presenta así como el originador de un nuevo concepto de Open Business. Un nuevo modelo en el que un consumidor pasa a tener la capacidad de adquirir productos y servicios financieros bajo un nuevo modelo B2B2C. Una nueva vía de consumo de productos y servicios financieros que eliminan la exclusiva dependencia del proveedor original del mismo, para dar lugar a la posibilidad de adquirir dichos productos a través de terceros que se presentan como nuevos players de mercado.
El futuro que apremia a los pagos digitales
Si bien el universo de los pagos ya venía creciendo con fuerza en el mercado, al igual que muchos otros aspectos de la transformación de las compañías, también se ha acelerado con la aparición del COVID-19. Tras la situación vivida durante el último año, las organizaciones han tenido que responder al mercado, y sobre todo a sus clientes, facilitando la adquisición de productos y servicios a un mayor volumen y con mayor securización que nunca.
Las entidades están cada vez más concienciadas de que para ser competitivas en esta nueva normalidad, necesitan otorgar a sus clientes la capacidad de enviar y recibir pagos instantáneos en tiempo real, las 24 horas del día, los 365 días del año. Apremia para todas las industrias otorgar una mayor flexibilidad en la administración del sistema de pagos, y la capacidad de realizar pagos urgentes llegado el caso.
Es precisamente en esta necesidad de inmediatez donde radica el valor de los Instant Payments. De esta manera, creemos firmemente que en los próximos años no solo se afianzarán los nuevos modelos de pago instantáneos ya conocidos, sino que cobrarán además fuerza todos aquellos pagos impulsados por códigos QR y Wallets, que sean capaces de ayudar a ofrecer compras online cada vez más seguras y fáciles.
Se acerca una era en la que las organizaciones podrán usar pagos instantáneos para proporcionar reembolsos inmediatos a los clientes, eliminando los costes y frustraciones asociadas con el seguimiento y la atención al cliente. Una era donde los pagos instantáneos pueden ofrecer una forma segura y conveniente de cargar fondos en tarjetas de regalo, recompensas o tarjetas de débito con recarga sin que los clientes tengan que proporcionar información confidencial de la cuenta financiera. El mundo de los Instant Payments camina hacia un modelo en el que los comerciantes serán capaces de realizar los pagos al momento de su vencimiento, lo que ayuda además a optimizar la gestión del flujo de caja, y garantiza los pagos a los proveedores, por inventario, alquiler, bienes y / o servicios se hacen de manera inteligente y pensando en el negocio.
Un universo donde podría mejorar la capacidad de las empresas para contratar y retener talento, dado que los pagos instantáneos pueden facilitar la nómina que se emite diariamente o bajo demanda. Una característica que es especialmente atractiva para los empleados a tiempo parcial, temporales o estacionales.
En los próximos años, las compañías que operan por ejemplo en fines de semana o fuera del horario laboral habitual, también podrán mejorar su eficiencia en la administración de efectivo. Algo que será posible gracias unos pagos instantáneos que serán capaces de proporcionar a las empresas la liquidación necesaria para realizar transferencias de forma inmediata y en cualquier momento.
En definitiva, se ha abierto un nuevo horizonte del que a priori es difícil saber donde terminará. Un camino donde la tecnología se adelanta inclusive a la normativa vigente, la cual se va moldeando acorde a las necesidades que exige el negocio. El Open Business ha llegado para quedarse, y en él, la presencia de los Instant Payments tienen el puesto asegurado.
¿Te gustaría conocer el iniciador de pagos que atmira ha desarrollado junto a Liberbank bajo tecnología Google Cloud? ¡Descárgatelo aquí!
Enlace a Ebook